Los medios del mundo comentan con mucho interés y cierto recelo el creciente papel que juegan Rusia y China en la geopolítica global. Por un lado comentan la crisis de la bolsa de valores de Shangai y su impacto mundial y por otro, el papel de Rusia en los temas de seguridad internacional.

Recientemente los presidentes Xi Jinping y Vladimir Putin se encontraron en Beijing, junto a otros mandatarios extranjeros en el desfile militar con motivo del 70 aniversario de la victoria del pueblo chino en la Guerra de Resistencia contra Japón y del final de la Segunda Guerra Mundial.

En el acto participaron más de 12.000 soldados, 500 piezas de armamento militar y 200 aeronaves de varios tipos, representando la tecnología más avanzada de las fuerzas armadas de China. El evento, que concitó gran atención internacional, fue una demostración de la capacidad del aparato militar chino y un llamado de atención sobre la participación destacada de China ante la agresión del imperialismo japonés y su participación activa en la derrota de los estados del Eje.

Al respecto el presidente ruso mencionó en los medios que "Rusia y China tienen puntos de vista similares sobre las causas, la historia y los resultados de la Segunda Guerra Mundial. Para nuestros pueblos su memoria y sus lecciones son sagradas. Este pasado trágico apela a nuestra responsabilidad común por el destino del mundo, por la comprensión de las terribles consecuencias de la ideología destructiva de la exclusividad y la permisividad. Estas eran las ideas de las que se nutrían el nazismo y el militarismo. Y estamos obligados a prevenir que vuelvan a aparecer y se propaguen”.

Cabe mencionar algunos de los instrumentos que están siendo impulsados por estas potencias, en busca de hacer un contrapeso a la hegemonía de los Estados Unidos.

Organización de Cooperación de Shanghái

La Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) es una organización intergubernamental fundada el 15 de junio de 2001 y está formada por Rusia, China, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán y Uzbekistán. Pese a no ser un bloque militar la organización tiene por objetivo el fortalecimiento de la seguridad en la región, así como a la cooperación económica y cultural.

Entre los Estados observadores: Afganistán, La India, Irán, Mongolia, Pakistán. Como socios de dialogo: Bielorrusia, Sri Lanka, Turquía.

Entre los objetivos del grupo destacan el fortalecimiento de la estabilidad y la seguridad en el territorio de la OSC; la lucha contra el terrorismo, el extremismo, el separatismo y el narcotráfico; el desarrollo de la cooperación económica en los sectores de energía, transporte, agricultura, telecomunicaciones; la cooperación científica, educativa, turística, humanitaria y cultural.

Nuevo Banco de Desarrollo de los BRICS

En economía internacional se emplea la sigla BRICS para referirse conjuntamente a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica. Los BRICS conforman el 25% del PIB mundial y su comercio interno pasó de unos $27.000 millones en 2002 a $282.000 millones 10 años más tarde.

Este bloque recientemente lanzó el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), presentado como alternativa a entidades existentes como el Banco Mundial. También conocido como el banco BRICS, se abre tras el establecimiento del Banco Asiático de Inversiones e Infraestructura (BAII), liderado por China.

El nuevo banco financiará proyectos de infraestructura y desarrollo. El NBD tendrá un capital inicial de US$50.000 millones que serán financiados en forma igualitaria por los cinco miembros. El capital será expandido a US$100.000 millones dentro de los próximos dos años.

Bloque contra hegemónico

El gobierno ruso tiene poco de progresista. Se trata de un gobierno con fuertes rasgos personalistas, discurso nacionalista y con un modelo económico de libre mercado. Pero si algo hay que reconocerle al presidente ruso Vladimir Putin es su estricta defensa del interés nacional y de recuperar el rol influyente de Rusia en la palestra internacional. Por eso la importancia que le ha dado a recuperar la presencia estatal en áreas estrategias como el gas, el petróleo y la inversión en el desarrollo de la tecnología militar para estar a la vanguardia frente a las potencias occidentales.

En el caso chino, el país es gobernado por el poderoso Partido Comunista, que inspirado en las ideas de Deng Xiaoping de construir un “socialismo de mercado” o la “etapa primaria del socialismo”, mantiene una fuerte presencia del Estado en la economía, a la par del sector privado.

Diversos analistas occidentales ponen el acento en los rasgos autoritarios de los regímenes ruso y chino, o en su intento de construir nuevas hegemonías regionales. Sin embargo se trata de modelos de desarrollo alternativos al capitalista occidental, no necesariamente replicables, pero que representan juntos un punto equilibrio a la hasta hace poco incuestionada hegemonía imperialista de los Estados Unidos. En ambos casos vemos la recuperación de un fuerte rol del Estado en la economía, en especial en sectores estratégicos como los hidrocarburos. Asimismo están generando instrumentos clave, desde la cooperación financiera, militar y diplomática para generar contrapesos mundiales. Otros aspectos a resaltar es la importancia de tener una industria fuerte y pesar de sus antecedentes, ahora empiezan a entender la importancia de entrar a una agenda de sostenibilidad ambiental.

Por lo pronto China está adquiriendo cada vez más poder tras ser considerada primera potencia económica mundial. En lo militar ambos Estados no llegan a tener aún el despliegue que tiene los Estados Unidos, pero juntos y en una estrategia de articulación con los BRICS, están generando condiciones para una multipolaridad necesaria para que otras potencias emergentes y Estados puedan recuperar mayor campo de juego en la arena internacional.