Mientras el escenario político nacional está dominado por los escándalos, denuncias de agendas y serias amenazas a la seguridad ciudadana, los sectores de izquierda y el progresismo buscan agruparse en torno a algunos frentes electorales para participar en los comicios del próximo año. 

Por un lado se encuentra el Frente Amplio que tendrán sus elecciones primarias el 4 de octubre. Por otro lado está el frente Únete por otra democracia, conformado por grupos como el Partido Comunista del Perú- Patria Roja, el Partido Comunista Peruano, el Partido Humanista, Partido Descentralista Fuerza Social y Ciudadanos por el cambio que han anunciado sus primarias para el 25 del mismo mes. Asimismo estarán corriendo por su lado el Partido Fonavista con la precandidatura del congresista Sergio Tejada, y Perú Libre, liderado por el ex presidente regional de Junín, Vladimir Cerrón.

Hay un sector de la izquierda que pretende monopolizar el discurso de la renovación y los nuevos discursos, y lo está haciendo a partir de asumir una serie de deslindes y posiciones que son impuestos por la derecha mediática. Esos opinantes lo hacen desde el purismo y el moralismo, buscando descalificar al frente Únete por estar, dicen, plagado de “viejos”, “dinosaurios” y gente con un “pasado manchado”.

Cabe señalar que la renovación no radica solo en poner nuevos rostros en la palestra, sino en construir propuestas, discursos y alternativas que sean viables y aceptadas por las mayorías. Además, en la condiciones de dispersión y debilidad institucional de los partidos para construir una alternativa, requerimos del esfuerzo de todos, jóvenes y viejos, así como de las generaciones intermedias. Nos hace falta aun una gran gama de profesionales, en especial con experiencia, para asumir las asumir las funciones de los diferentes niveles del Estado. Lo real es que aún ninguno de los referentes en carrera concita un interés mayoritario en la población.

En un frente existen unidad y tensiones. Unidad en torno a criterios programáticos comunes, no necesariamente unidos a partir de identidad ideológica o de criterios morales. Tensiones pues si bien hay coincidencias y objetivos comunes, también hay diferencias de visiones e intereses de grupos que suelen contraponerse.

En un frente existen unidad y tensiones. Unidad en torno a criterios programáticos comunes, no necesariamente unidos a partir de identidad ideológica o de criterios morales. Tensiones pues si bien hay coincidencias y objetivos comunes, también hay diferencias de visiones e intereses de grupos que suelen contraponerse.

Por lo pronto uno de los partidos de Únete, el Partido Humanista liderado por el ex primer ministro y congresista Yehude Simon, acaba de anunciar la postulación de Hernando “Nano” Guerra García, conocido promotor de las MYPES, como precandidato presidencial a las primarias de Únete. Una señal saludable pues competiría con otro precandidato, el ingeniero Gonzalo García Nuñez, destacado profesional quien fue candidato a la vicepresidencia con Ollanta Humala en el 2006 y más recientemente ejerció la presidencia del Consejo Nacional de la Magistratura. 

Lo más importante en esta etapa es que hay que trabajar por que se realicen con éxito las primarias en los frentes y referentes actuales, y tras sus resultados, apelar a la madurez y desprendimiento para procurar que se forme un solo bloque progresista realmente amplio y convocante.

Debemos recordar que la gran mayoría de peruanos no está inmersa en los debates de redes sociales y las particularidades de los grupos. Ante la inmensa amenaza que representa el fujimorismo, el alanismo, PPK y lo demás candidatos que ofrecen la continuidad del modelo actual, y ante la necesidad de contar con un proyecto que represente una alternativa, un sector de la ciudadanía espera ver una propuesta amplia y sólida desde la izquierda.

El reto de fondo es construir espacios unitarios con temas de agenda nacional que hagan política más allá de las coyunturas electorales. ¿Será Únete uno de ellos? no lo sabemos aún, la mejor prueba de ello será después del proceso electoral. Mientras tanto hay que prepararse con el espíritu más unitario posible para la batalla del 2016.