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daniel scioli es el favorito de las presidenciales desde el peronismo

El peronismo y las elecciones gauchas

La importancia de las elecciones presidenciales argentinas del 25 de octubre

Publicado: 2015-10-15


Las elecciones generales a desarrollarse en Argentina el próximo 25 de octubre son de gran importancia. Es conocido que a buena parte de la prensa internacional no le agrada el fenómeno del kirchnerismo, que ha marcado la política del país gaucho de los últimos 12 años.

Precisamente el candidato con más posibilidades es el peronista Daniel Scioli, que fue vicepresidente de Néstor Kirchner y actualmente gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Cuando Néstor Kirchner llegó al poder era poco conocido. Pero poco tiempo después su figura y la de su esposa y sucesora, Cristina Fernández, despertarían entre los argentinos una pasión y un odio que se pueden comparar con el que en el pasado generaron Juan Domingo Perón y su esposa Evita.

El llamado kirchnerismo es una actualización del movimiento peronista, que según algunos analistas implementa una propuesta neodesarrollista que ha recuperado un fuerte rol estatal en la economía, y que ha generado una confrontación con algunos grupos de poder, en especial medios de comunicación y algunos sectores empresariales.

El “kirchnerismo”

Néstor Kirchner fue un político peronista de larga data, que fue por 3 periodos gobernador de la provincia sureña de Santa Cruz. Tras llegar a la presidencia el año 2003, logró sacar al país de uno de sus peores momentos históricos tras el colapso económico. Tras su fallecimiento el 2010, dejó un legado importante, lo que llevó a que su esposa Cristina ganara la presidencia.

el kirchnerismo es la nueva cara del movimiento peronista

Destacan varias sus medidas. En el 2003, Néstor Kirchner promovió en el Congreso la anulación de las llamadas "leyes del perdón" que garantizaban la inmunidad a muchos acusados de crímenes de lesa humanidad durante el último régimen militar (1976-1983).

En 2009 el oficialismo aprobó la Ley de Medios, una legislación antimonopólica. El Grupo Clarín, el principal grupo multimedios del país, pasó a convertirse en el enemigo número uno del gobierno.

El enfrentamiento con Clarín también tuvo otro escenario: una pelea por el control de Papel Prensa, la única productora de papel para periódicos del país, que pertenece mayoritariamente a ese multimedios y al diario La Nación, y minoritariamente al Estado. A fines de 2011, el kirchnerismo aprobó una ley que declaró de interés público la fabricación, comercialización y distribución del papel de diario y reguló el funcionamiento de Papel Prensa.

En 2012, el Congreso de Argentina aprobó una ley para expropiar el 51% de las acciones de la principal petrolera del país, Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), cuyo dueño mayoritario era la española Repsol. La presidenta Fernández había acusado a Repsol de no invertir suficiente en la exploración y explotación de hidrocarburos, lo que llevó al país a perder su autoabastecimiento energético.

También los derechos de las minorías fueron una prioridad. En 2010 el oficialismo aprobó por ley el "matrimonio igualitario", convirtiendo a Argentina en el primer país de América Latina -y el décimo del mundo- en permitir el casamiento entre personas del mismo sexo.

En 2012, el gobierno también promovió la Ley de Identidad de Género, que permite que travestis, transexuales y transgéneros sean inscriptos en sus documentos de identidad con el nombre y sexo de elección, y además obliga al Estado a solventar las operaciones de cambio de sexo. El gobierno de Cristina Fernández también avanzó en los derechos de las mujeres: a finales de 2012 una nueva ley agravó las penas para los delitos de violencia de género y otra endureció las condenas para los crímenes de explotación sexual y la trata de personas.

En el 2013 el gobierno promulgó una nueva ley que castiga el trabajo infantil y otra que busca regularizar la situación de más de un millón de empleadas domésticas, la mayoría de quienes trabajan de manera informal.

Por otro lado, los gobiernos kirchneristas dieron un viraje en la política exterior argentina, que se alejó de Washington y se acercó al resto de América Latina, sobre todo a la Venezuela y a Brasil, su principal socio comercial. Los Kirchner se opusieron a la creación del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), impulsado por Estados Unidos, y en cambio fomentaron la integración latinoamericana, defendiendo el Mercado Común del Sur (Mercosur) e impulsando la creación de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), cuyo primer secretario general fue Néstor Kirchner.

El gobierno también logró un importante respaldo latinoamericano a su reclamo por la soberanía de las islas Malvinas, uno de los ejes principales de su política externa.

Argentina en cifras

En 2003, cuando asumió Néstor Kirchner, la deuda pública nacional representaba el 138% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Diez años más tarde, el kirchnerismo logró reducir ese peso al 40% del PIB (Producto Interno Bruto), convirtiendo a Argentina en uno de los países con mayor nivel de desendeudamiento del mundo en la última década.

Según el Banco Mundial, Argentina duplicó su clase media en la última década y fue el país latinoamericano con el mayor aumento de clase media como porcentaje de la población total.

Tras el colapso de la economía en 2001-2002, el 54% de la población vivía por debajo de la línea de pobreza, una cifra que el gobierno logró reducir en 2013 al 5,4%, según los datos oficiales. En tanto, el desempleo se redujo del 17% al 7,9%.

Entre 2003 y 2013 el gobierno incrementó el salario mínimo en más del 1300%. En tanto, el Ministerio de Desarrollo Social, aumentó en casi un 1.700% su presupuesto para planes sociales y creación de cooperativas

Según el diario El País, Argentina fue el quinto país que más redujo la desigualdad de ingresos entre 2000 y 2010, según un reciente informe publicado por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El índice Gini, que mide con un 1 la máxima desigualdad de ingresos de la población y con un cero la mayor equidad posible, bajó de 0,538 en 2002, cuando una fuerte devaluación del peso empobreció a la mayoría de los argentinos y enriqueció a unos pocos, a 0,423 en 2013. El nivel actual sitúa a Argentina como el tercer país más igualitario dentro de la región más inequitativa del planeta, Latinoamérica.

Pero la medida más fuerte fue una restricción a la compra de divisas y una prohibición a las empresas extranjeras a girar utilidades a sus países de origen. Las restricciones cambiarias afectaron a muchos argentinos, que debieron encontrar otra forma de resguardar sus ahorros de la inflación, y limitaron severamente a los viajeros que vieron restringido su acceso a monedas extranjeras.

El favorito peronista

Daniel Scioli, el candidato favorito para ganar las elecciones argentinas, es un político peronista postulado por el Frente por la Victoria, liderado por al Partido Justicialista y entre los que se encuentra otros grupos como el Partido Comunista.

Scioli, macri y massa son los 3 punteros de las presidenciales gauchas

Se dedicó a la motonáutica y participó en varias competiciones, saliendo vencedor de estas. Tras haber sido ocho veces campeón mundial y retirarse de la motonáutica, fue invitado al Partido Justicialista, tiempo más tarde Scioli asume como diputado nacional, para después ser secretario de deportes y secretario de turismo. Fue vicepresidente de Néstor Kirchner y es desde el 2007, gobernador de la provincia de Buenos Aires, reelecto en 2011.

Los principales contendientes de Scioli son Mauricio Macri, empresario y dirigente deportivo argentino. Es el actual jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires desde diciembre de 2007 y es el más claro representante de la derecha de ese país. Le sigue Sergio Massa, líder del frente Unidos por una Nueva Alternativa y actualmente diputado por Buenos Aires.

Cabe recordar que el peronismo es históricamente un movimiento interclasista, en el que ha existido una alianza entre sectores de la burguesía nacional, las clases medias y sectores laborales. Es un amplio movimiento con arraigo popular, que ha pasado del populismo de sus fundadores, el neoliberalismo de Carlos Menem y ahora se ha visto refrescado desde su ala izquierda por el kirchnerismo. Está por verse si Scioli busca continuar con la política trazada por los Kirchner o busca realinearse en el escenario latinoamericano y mundial. Si continúa en esa línea, sería un importante espaldarazo a los procesos progresistas en América Latina.


Escrito por

Luis Gárate Sánchez

Periodista, ex regidor de la Municipalidad de Lima. Estudios de maestría y Diplomado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales.


Publicado en

Utopía viva

Las utopías sirven para caminar y luchar. Por eso este espacio para compartir reflexiones sobre la política, el quehacer nacional y mundial