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Rupturas y optimismo mariateguista

Tras la ruptura de Unidad Democrática y las perspectivas de las izquierdas

Publicado: 2015-12-07


La reciente ruptura del bloque Unidad Democrática merece un análisis, una autocrítica pero además el evaluar las perspectivas de un importante bloque de las izquierdas, que ha podido convocar la movilización de unos 80 mil ciudadanos a lo largo del país en sus elecciones primarias realizadas del pasado 29 de noviembre.

Hemos llegado a la reciente salida de los partidos de Únete del bloque electoral de UD, denunciando un manejo fraudulento por parte del partido de los fonavistas de Democracia Directa, que de esta manera ha impedido que gane, como lo mostraban los conteos de actas, el precandidato de Únete Gonzalo García Nuñez frente a Andrés Alcántara, líder de Democracia Directa.

Tras conocerse la salida de Únete, no han tardado en aparecer algunos voceros de la “renovación” izquierdista para calificar de previsible el fracaso de esa “vieja izquierda”. Los autodenominados renovadores, que actúan más como individuos y analistas, que como parte de una organización, quieren dar pretensiosas lecciones de ética y de política a los que actuamos dentro –como militantes- de un partido organizado como el PCdelP- Patria Roja, que tiene por supuesto sus propias dinámicas.

No han faltado algunos personajes del otro bloque izquierdista, el Frente Amplio, que han celebrado el hecho públicamente, señalando que ellos ya lo habrían previsto y que ellos son ahora el único e indiscutible bloque en pie. Lo hacen desde una supuesta superioridad moral y política, cuando sabemos que sus elecciones primarias también tuvieron cuestionamientos. Lo que hay que recordarles es que en la política, como en la vida, la soberbia no es buena consejera y que no hay que atribuirse las victorias fuera de tiempo.

Por otro lado esa salida merece un profundo análisis y una autocrítica de los que participamos en este proceso. Asumimos riesgos con tal de aglutinar un bloque de la mayor amplitud posible, que pudiera contribuir a enfrentar la amenaza del retorno de una derecha con posibilidades serias de ganar, en especial la representada por el fujimorismo y el alanismo. Participamos en una inscripción electoral de antecedentes discutibles, y que sabíamos desde el inicio que contaba con un aparato organizativo nacional poderoso. Esto hacía previsible que el proceso de las primarias iba a ser reñido, complejo y debíamos tomar mayores previsiones en el caso.

Creo que esa autocrítica colectiva se debe hacer no solo de cara a la militancia del Partido Comunista del Perú- Patria Roja y del frente Únete, sino en especial de cara a los miles de ciudadanos simpatizantes de la izquierda y el progresismo que depositaron su confianza en el proceso electoral abierto. Sin temor a equivocarme diré que en su gran mayoría esos votantes estaban esperanzados que con una eventual victoria de los precandidatos izquierdistas como Gonzalo García, se podría asegurar una unidad mayor para que la izquierda participe en mejores condiciones en las elecciones próximas del 2016.

La situación ahora nos debe hacer reflexionar profundamente sobre la estrategia y ubicación de la izquierda ante el escenario electoral. En el marco del espíritu unitario y de desprendimiento que caracterizaron desde el inicio las declaraciones públicas del precandidato presidencial de Únete, Gonzalo García, no debería haber problemas en que tanto el PCdelP así como Únete acuerden un respaldo al Frente Amplio y la candidatura presidencial de Verónika Mendoza, para que avance en su posicionamiento.

Sin embargo por los antecedentes que ya conocemos, eso no quiere decir que nos vamos a subsumir en ese bloque, pues existe la necesidad de reagrupar nuestras fuerzas y trabajar por la inscripción de un frente político y electoral pensando en mediano y largo plazo, para evitar los problemas propios de que un solo partido con inscripción maneje el tema con sus lógicas pretensiones.

Asumimos orgullosos el ser parte de la vieja guardia. Los comunistas somos parte de un movimiento histórico, que ha tenido victorias y reveses a lo largo de su existencia. Contamos con una estructura nacional que se ha desplegado con gran solvencia en torno a las elecciones abiertas del 29 pasado, y en especial su Juventud, la JotaCé- Patria Roja, ha demostrado gran compromiso, mística y creatividad. Ese protagonismo demuestra que nos encontramos en pleno proceso de renovación y además de la preparación de un nuevo Congreso Nacional. Con el optimismo histórico que nos legó José Carlos Mariátegui, debemos seguir fortaleciendo nuestras filas y preparar a nuestros cuadros para asumir el liderazgo político que se requiere en las nuevas condiciones del país.


Escrito por

Luis Gárate Sánchez

Periodista, ex regidor de la Municipalidad de Lima. Estudios de maestría y Diplomado en Ciencia Política y Relaciones Internacionales.


Publicado en

Utopía viva

Las utopías sirven para caminar y luchar. Por eso este espacio para compartir reflexiones sobre la política, el quehacer nacional y mundial